Protección en aguas frías

Si volcamos con nuestro kayak y no esquimoteamos, nos caeremos al agua y "nadaremos" como comunmente se dice cuando abandonamos la embarcación. El agua extrae el calor del cuerpo 25 veces más rápido que el aire y así como el viento combinado con bajas temperaturas aumentan el frío, también los efectos del agua fría se incrementan cuando además nos ponemos nerviosos por la situación creada.

Las inmersiones repentinas en aguas frías son extremadamente debilitantes, causan una sustancial pérdida de fuerza, coordinación y juicio por lo general rápidamente, y por ello, los palistas de aguas frías deberían elegir el equipo necesario para lograr aislación y mantenerse calientes.

Los trajes secos y trajes húmedos trabajan efectivamente en aguas frías. En un traje húmedo o también llamado "semiseco", el aire es atrapado dentro del neopreno, y el traje se contrae lo suficiente como para mantener fuera el agua fría. La poca agua que ingrese es rápidamente calentada por el calor corporal del usuario. Los trajes secos en cambio, crean una real barrera entre el ambiente exterior y el palista, eliminando el shock térmico inicial que se produce en aguas frías.

Estos trajes secos para palistas están creados de un material impermeable y transpirable, con extremos de látex o neopreno en el cuello, muñecas y tobillos. El palista regula su temperatura en el interior agregando o quitando capas de aislación, utilizando un polar o el polipropileno por la utilización de camisetas sintéticas, llamada "ropa interior", y nunca algodón que se moja y se pega a la piel.

En climas más benignos, una campera impermeable, o chaqueta de remo puede combinarse con estas camisetas, con un polar fino o un traje húmedo para más comodidad.

 

El primer objetivo es cubrir el torso, que protege el centro del cuerpo. La mayor pérdida de calor ocurre en las axilas y la pelvis. Luego, preste especial atención a las extremidades.

La cabeza irradia una sorprendente cantidad de calor. Recomendamos para el frío un gorro de lana o polar que son lo suficientemente calientes, para navegar o para tierra, o gorros de neopreno fino que pueden ser usadas mientras paleamos, especialmente diseñado para kayakistas con fijación por debajo de la mandíbula.

Las botas de neopreno cubren el pie del palista, y si la aislación es gruesa se pueden utilizar solas. Si palearemos por zonas muy frías, otra alternativa es usar medias ligeras de neopreno dentro de las botas.

En aguas frías las manos rápidamente pierden la fuerza y la sensibilidad necesaria para remar adecuadamente. Los guantes de neopreno o manoplas son una respuesta. Yo recomiendo las manoplas porque son mas cálidas que los guantes, y permiten el contacto de la mano con la pala para un máximo control.

 

 

Algunos de los elementos imprescindibles para palear en invierno

Hipotermia

El cuerpo humano funciona solo dentro de un rango limitado de temperatura. El calor debe ser mantenido para soportar las funciones químicas y metabólicas que hacen a la vida. Cuando el organismo se enfría por debajo de los niveles aceptables y mantiene este estado por debajo de los 35º entramos en hipotermia. Debemos reconocerlo y actuar inmediatamente.

Una vez vaciado el kayak, lo colocaremos al costado y ayudaremos a subir al kayakista que está en el agua a posición de paleo. Podremos observar la maniobra completa en videos de youtube, pero es muy importante practicarlos ya que dependerá de la rapidéz de la maniobra la seguridad de los participantes.

Repaso de los síntomas de la hipotermia

Temperatura sobre 35º: Conciencia y estado alerta. Temblor vigoroso incontrolable, dolor o torpeza en extremidades, pérdida de destreza, habla defectuoso.

De 32º a 35º: Conciencia. Capacidades mentales ligeramente alteradas. Temblor disminuido reemplazado por rigidéz muscular.

De 30º a 32º: Semi o totalmente inconsciente. Capacidades mentales severamente dañadas, disminuye la capacidad de generar calor. No hay escalofríos ni temblor. Músculos rígidos, arritmia cardiaca.

De 27º a 30º: Víctima sin respuesta, inconsciente. Rigidéz muscular, pupilas dilatadas casi sin respuesta a la luz, pulso y respiración disminuyendo o inexistente, piel de color gris azulado.

De 27º o menos: Fibrilación ventricular. Paro cardíaco. Pupilas fijas y dilatadas. Muerte.

 

La pérdida de calor del cuerpo ocurre de numerosas formas que pueden afectar al palista simultáneamente:  

Radiación: La cantidad de calor perdida en el agua fría es muchas veces más que la exposición en el aire frio.

Conducción: El calor pasa al cuerpo directamente de un objeto o superficie mas frío, como el suelo donde una persona lastimada esta recostada.

Convección: el calor se eleva desde el cuerpo hacia al aire. El abrigo ayuda a prevenir esto.

Evaporación: el calor es retirado del cuerpo en forma de agua o sudor que se evapora mientras la piel se seca. Por esto es que la ropa húmeda debe retirarse de las víctimas con hipotermia.

Respiración: el calor es continuamente perdido a medida que el aire frío ingresa en los pulmones, es calentado y luego exhalado.

Si estamos paleando, y notamos que la temperatura ambiente nos sobrepasa en frío, o que un compañero nos dice que no puede controlar el frío, inmediatamente debemos ir a la costa para desembarcar y calentarnos.

La primer acción es retirarse lo más rápidamente de la acción del frío. Quitaremos las ropas mojadas y se cambiarán por unas secas y calientes, buscando un ambiente seco, seguro y sin viento. Cubriremos el cuerpo con mantas, los sacos de dormir o la propia tienda de campaña.

Si disponemos de bolsas de calor químico las colocaremos debidamente protegidas en las axilas, ingle y abdomen. Buscaremos encender un fuego con leña o con el combustible de la cocina de camping, sea alcohol o combustible.

Si el kayakista puede comer, deberá alimentarse con azucar o bebidas calientes, ya que los hidratos de carbono, son el combustible que más rápidamente se transforma en calor y energía.

Jamás daremos para beber alcohol de ningún tipo, por posibles problemas de vasodilatación y vasocontricción.

Demás está decir que siempre se debe evitar llegar a una situación de hipotermia, y para ello, cada vez que salimos a navegar, debemos prevenir todo lo que nos puede ocurrir en el mar, sea un cambio brusco de temperatura, una caída al agua, o el agotamiento de nuestras fuerzas por realizar una mala planificación de la salida.